Pelotillas del pinrel querido.
Son las pelusas de tus pies
un imán para mis falanges,
rezuman tu zaína miel
son como cabello de ángel.
Pelotillas de oscura pelusa,
pelusillas de negra argamasa.
Hormigón incrustado,oh Musa,
testimonio de amor que no pasa.
Adán se las quitó Eva
allá en el jardín del Edén
y Dios, celoso de ella,
mandó al arcángel Gabriel.
Acicate de mis dedos roñosos
que exfolian hasta el amanecer.
Son esas, tus pelotillas negras,
una fuente de oscuro placer.